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ARGENTINOS QUE EMIGRAN A ITALIA Querido compatriota, En los últimos tiempos muchos argentinos están llegando a Italia con la intención de trabajar y radicarse, sin saber que la actual legislación italiana los condena al estado de inmigrantes ilegales con todos los riesgos y pesares que ello comporta. Para viajar como turistas a Italia, los argentinos no necesitan tramitar una visa consular a diferencia de otros países no pertenecientes a la Comunidad Europea de los cuales proviene la mayoría de los inmigrantes a Italia. Esta ventaja, sin embargo, no significa que se pueda trabajar en este país legalmente y, al contrario, ha traído aparejada una escasa difusión en Argentina de la legislación vigente sobre la inmigración a Italia. Para evitar que más argentinos repitan la experiencia de jóvenes solos y familias que en un momento de desesperación han abandonado el país - muchas veces endeudándose o vendiendo todos los bienes - y hoy se encuentran entrampados en situaciones sin salida, aconsejamos meditar dos veces y leer con atención la ley de inmigración italiana promulgada en 1998. Ley de Inmigración - Testo Unico 286/98 Si no entendés el italiano, te señalamos las principales cuestiones que te interesan: Para trabajar en Italia hay que obtener una visa laboral en el consulado italiano en Argentina y esto es posible sólo en dos condiciones: a) que un empleador italiano realice primero en Italia una serie de trámites por los que se compromete a darte trabajo (chiamata nominativa). Una tercera posibilidad es la reunificación familiar, que es factible solamente para el conyuge legalmente casado, hijo menor de edad o padre-madre a cargo de un extranjero legalmente residente en Italia. O sea que no valen tíos abuelos y ni siquiera hermanos… Ah! ¡Pero mi abuelito era italiano y puedo obtener la ciudadanía! Muchos de los argentinos que llegan tienen la esperanza de realizar aquí los trámites para obtener la ciudadanía italiana, incapaces de afrontar las desalentadoras colas de los consulados italianos en Argentina. Si esto fue posible para algunos en el pasado, no lo es más a partir de una circular del Ministerio del Interior italiano de 1991. La circular establece claramente que la ciudadanía ius sanguinis se tramita en el lugar de domicilio legal. Por lo tanto, para poder tramitarla en Italia hay que obtener la residenza en un municipio italiano (Comune), que es un paso sucesivo al permiso de estadía por inmigración (permesso di soggiorno - ver Ley de Inmigración). En definitiva, también en este caso se debe volver a Argentina. O afrontar los riesgos de la inmigración ilegal, hasta que el amigo o pariente generoso que se hace cargo de los trámites envía el certificado del consulado italiano que prueba el reconocimiento de la ciudadanía italiana. No parece que valga la pena… Se corre el riesgo de ser expulsado por estar sin permiso legal y no poder volver a entrar. por AReA Emilia Romagna |
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