Lo que nos preguntan siempre sobre Argentina...

...y que no siempre sabemos responder

Argentina para curiosos
...por ejemplo, antes de que nos pregunten qué es la cosa esa que aparece en el título, les decimos que es un "bandoneón", instrumento característico del tango argentino.


Ficha sintética en números
Geografía
Población
Historia
Sociedad
Cultura
Economía
Sistema Político
Créditos y derechos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ficha sintética en números

 

Superficie:

2 780 092 km2

Población:

32 423 465 (censo 1991)

Población:

35 036 127 (estimación 1997)

Densidad:

12 habitantes por km2

Coeficiente de crecimiento de la población:

1,8%

 

Regiones climáticas

Regiones socio-económicas

 
Distribución de la población


 

Temperaturas medias en grados centígrados

 

ciudad

enero

julio

Buenos Aires

25,0

12,3

Córdoba

22,3

12,9

Rosario

23,2

12,4

Mendoza

22,2

9,9

Tucumán

25,0

12,3

Corrientes

27,2

17,3

Mar del Plata

20,2

9,9

Ushuaia

9,6

-0,7

Conviene recordar que en el hemisferio sur las estaciones están invertidas respecto del hemisferio norte del planeta. Además: en Buenos Aires el invierno es suave, pero la humedad invernal es muy alta, de manera tal que la "sensación térmica" es menor que la que indica la lectura del termómetro. La radio indica también esta última.


 

Lluvias, medias anuales en milímetros

 

Buenos Aires

1.432

Córdoba

965

Rosario

1.277

Mendoza

283

Tucumán

956

Corrientes

1.020

Mar del Plata

904

Ushuaia

547


Moneda:

Peso Argentino

Valor:

1 peso = 1 dólar US


 

Indicadores socio-económicos

 

Producto bruto por habitante (dólares):

8.060 (1994)

Camas de hospital por mil habitantes:

4,42 (1993)

Televisores por mil habitantes:

223,01 (1993)

Teléfonos por mil habitantes:

138,92 (1993)

Habitantes por automóvil:

6 (1994)

Población urbana:

86,4% (1992)

Personas ocupadas en la agricultura sobre la población económicamente activa

9,4% (1994)

Analfabetos:

3,8% (1995)

Turistas por mil habitantes:

106,16 (1993)

km di ferrocarril per mil habitantes:

1,04 (1993)


Elementos comparativos
 

Italia

Argentina

Egipto

Producto bruto por habitante (dólares):

19.270

8.060

710

Camas de hospital por mil habitantes:

6,7

4,4

1,9

Televisores por mil habitantes:

404

223

124

Teléfonos por mil habitantes:

432

139

46

Habitantes por automóvil:

2

6

33

Popolazione urbana:

66,6%

86,4%

44,0%

Personas ocupadas en la agricultura sobre la población económicamente activa:

7,8%

9,4%

38,6%

Analfabetos:

2,1%

3,8%

51,6%

Turistas por mil habitantes:

371

106

46

Km de ferrocarril por mil habitantes:

3,4

10,4

1,8

 

 

Lengua nacional: castellano argentino

Otras lenguas: quechua, guaraní, inglés, alemán, italiano, galés, tehuelche, mapuche, idish, xeneise, piamontés, véneto, lombardo, calabrés, catalán, vasco, griego, ruso, serbio-croata, polaco, árabe, japonés, khmer, coreano, annamita, portugués, francés.

Las "otras lenguas" son en general segundas lenguas de comunidades de inmigrantes de países limítrofes o lejanos, salvo variantes del quechua, el guaraní y el tehuelche propios del territorio argentino. Hay libros y periódicos en algunas de las principales lenguas de la inmigración (inglés, alemán, árabe, italiano, idish, etc.).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Geografía

En el hemisferio meridional las personas no andan dando vueltas con la cabeza para abajo; las estaciones, sin embargo, están invertidas: en Argentina es invierno cuando en Europa es verano, y viceversa. Enero y no Agosto es el mes más caliente; los heroicos padres disfrazados de Papá Noel sufren las consecuencias, en un anual sacrificio a las tradiciones de sus antepasados europeos.

Estos son los milagros del hemisferio austral, bajo un cielo totalmente distinto, dominado por la constelación de la cruz del sur; donde hay tanta más agua que tierra, hasta el punto de que una nave que partiera en línea recta desde Bahía Blanca hacia oriente encontraría tierra recién en Australia, y si partiera desde Río Gallegos tocaría tierra… pocos kilómetros atrás del punto de partida, en Chile.

El territorio argentino está en la franja climática templada-fría. Esto significa que Argentina tiene que importar el café, el ananá y el cacao. Produce en cambio óptimas manzanas, miel, aceite de oliva, nueces, tè, vinos, algunos de los cuales de elevada calidad. Como se puede intuír, también las regiones climáticas están invertidas. El norte es templado-cálido (como el sur italiano y español), el centro es templado (en las partes húmedas el clima es comparable al incomparable clima de Italia central) y el sur es templado-frío, hasta llegar al frío extremo de Ushuahia.

Las comparaciones climáticas son todas aproximaciones; casi mitad del territorio argentino es desértico o semi-desértico (como la región que va de Texas a California en Estados Unidos al norte, como la estepa rusa al sur). En este enorme territorio, con los climas más diversos, se alternan mortales desiertos de piedra o de polvo, cordones de montañas, llanuras cubiertas por arbustos espinosos, bosques ralos donde es posible morir de sed. La franja vertical subandina y patagónica está sin embargo salpicada de valles fertilísimos, con irrigación natural o artificial, en los que se producen frutas y hortalizas.

Quítense los desiertos, los semi-desiertos, las montañas, la estepa patagónica, y quedará todavía un territorio plano, fertilísimo, grande cuanto dos o tres países europeos: es la Pampa húmeda, que puede ser imaginada como un abanico de 600 kilómetros de radio, con centro en Buenos Aires.

Argentina es muy larga; si Ushuaia, la ciudad más austral del país (y del mundo), fuera sobrepuesta a Estocolmo, entonces La Quiaca (la ciudad más septentrional) se encontraría en el centro del desierto del Sahara. La superficie (2,8 millones de km2) es poco menor que la de toda Europa occidental, y equivalente a 30 estados del este y centro-este de los USA.

Esta no es necesariamente una gran fortuna, como veremos; los recursos naturales no son siempre (o no solo) riqueza.

 

Mapas:

Distribución de la población en el Cono sur americano

Argentina: mapa político

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Población

Los argentinos son 35 millones, más ancianos que jóvenes. El coeficiente de crecimiento demográfico del país es relativamente bajo: resulta de la media entre las regiones de mayor desarrollo ("Pampa" en el mapa que incluímos en la página "Geografía") y de las regiones de menor desarrollo del norte.

La región pampeana (que concentra 8 habitantes sobre 10) tiene natalidad y mortalidad muy bajas, y la población crece sobre todo gracias a la inmigración externa e interna; el norte tiene tasas de natalidad y de mortalidad (también infantil) altas, y la población decrece por migración hacia el centro-sur. En el mismo país coexisten áreas en las que la población anciana supera a la población joven, como Capital Federal y provincia de Buenos Aires, y otras donde el problema es la elevada natalidad, la mortalidad infantil, la escolarización insuficiente y la desocupación de los jóvenes, como Tucumán, Salta y Jujuy.

Argentina es siempre un país de inmigración, a pesar de la fuerte reducción del histórico flujo de europeos. Los inmigrantes extranjeros son en las últimas dos décadas latinoamericanos (en particular bolivianos, paraguayos, peruanos y chilenos), del sudeste asiático (coreanos, vietnamitas, camboyanos) y de la europa oriental.

Las estadísticas sobre la presencia de extranjeros deben ser consideradas con cuidado: hay 2,2 millones de ciudadanos extranjeros residentes, pero las personas nacidas en el extranjero son más de 5 millones, porque muchos inmigrantes han tomado la ciudadanía argentina; hay además algo así como medio millón de irregulares y de indocumentados. La "naturalización" (o sea la obtención de la ciudadanía del país) es relativamente fácil si comparada a las prácticas europeas, y frecuentemente no implica la pérdida de la ciudadanía originaria.

Hay muchos otros argentinos nativos que descienden, total o parcialmente, de inmigrantes extranjeros. Se podría decir que los inmigrantes directos (con y sin ciudadanía argentina) fueron permanentemente entre el 13% y el 7% de la población, y que los descendientes de inmigrantes son entre el 60% y el 80%, según la fecha de origen que se establece (en realidad el actual territorio argentino estaba virtualmente vacío de seres humanos en el siglo XV, salvo unos pocos valles del noroeste, los grandes ríos del extremo noreste y algunas tribus nómades que recorrían las llanuras).

No es fácil establecer cuales son los países de origen de los antepasados de los actuales argentinos: no hubo una población consolidada lentamente antes de las grandes oleadas migratorias (como los "anglos" en Estados Unidos), y por suerte no hay una ghettización cultural generalizada que privilegie los cruces dentro de cada comunidad de origen nacional. En el "cocktail" que es el argentino actual predomina sin duda el ingrediente italiano, al que siguen el indoamericano y el español. Sería un error sin embargo subvalorar los numerosos otros ingredientes: para que el sabor del cocktail sea el justo hay que agregar un chorro generoso de judíos esquenazis, de eslavos y de alemanes; un chorrito de irlandeses, ingleses y galeses; varias gotas de afroamericanos, griegos, armenos, portugueses, sirio-libaneses, franceses, japoneses, suizos, escandinavos, vietnamitas, coreanos y húngaros.

La ideología del "crisol de razas" (melting pot) imponía la integración desde arriba, en particular a través de un sistema escolástico eficiente, laicista y activista. Fueron desarrollados una serie de mitos, en general ligados a la nación, que incluían la figura del "gaucho" y una presunta matriz cultural española. La verdadera integración emergió sin embargo desde abajo, de la interinfluencia de las distintas culturas en el común sustrato de la lengua castellana, y produjo resultados tan sorprendentes como el tango, una cocina de rica hibridez, escritores y artistas creativos y originales.

Hoy la argentina es una identidad nacional perfectamente reconocible, que prevalece en los individuos sobre las herencias inmigratorias. Una identidad en la que se fueron fundiendo de hecho contenidos que provienen de todas las naciones de origen.