El poder de la
estupidez
El escorpión y la rana
Giancarlo Livraghi marzo 2007
Traducción castellana de Marco Livraghi y Nuria Abad
also in English anche in italiano
Esta imágen aparece en la cubierta del libro
The Scorpion and the Frog de William A. Borst
(publicado en noviembre 2004)
Estos comentarios tienen su origen en una nota en el capítulo 12 de El Poder de la Estupidez, donde (en la primera edición italiana) he cometido un error estúpido. Pensé que todo el mundo conocía la historia del escorpión y la rana. Algunos lectores (de ninguna manera ignorantes o mal informados) me dijeron que no sabían de qué iba. Entonces comprendí que me había equivocado: sólo por el hecho de que sepamos algo, no es razonable creer que también lo sabe todo el mundo. De todos modos, esa pequeña fábula esopica puede merecer un comentario.
No queda claro cuales son sus orígenes. Alguien piensa que pudiera ser atribuida a Esopo, aunque no hay indicios de que fuera descubierta en un manuscrito de hace dos mil años, ni que se escribiera en griego o en latín, ni que perteneciera a la antigua tradición oral. No se sabe quién la escribió, pero al parecer circula hace poco más de cincuenta años y ha sido difundida en muchos idiomas. Parece que el texto original fue el inglés, aunque es posible que tenga un origen africano más antiguo, el cuento de una rana a la orilla del río Níger.
La historia es la siguiente. Un escorpión quiere cruzar un río, pero no sabe nadar. Pide a una rana que lo lleve. La rana no confía, pero el escorpión la tranquiliza: Si te picara, me ahogaría. La rana accede generosamente, pero a la mitad del recorrido el escorpión le clava su aguijón venenoso. La rana, desesperada y moribunda, le pregunta: ¿Porqué?. El escorpión, antes de ahogarse, contesta: Es mi naturaleza.
Una de las primeras referencias conocidas se encuentra en la película de Orson Welles Confidential Report (1955 basada en su novela Mr. Arkadin). Este cuento apareció luego de diferentes formas en innumerables historias, artículos, películas y programas de televisión (incluyendo un episodio de Star Trek Voyager y una serie de dibujos animados japoneses). Hay algunos libros (y sitios web) dedicados al tema que se cita en cientos de miles de textos en línea.
Similares parábolas, también con otros animales, se pueden encontrar en varias tradiciones de todo el mundo.
Hay, por supuesto, elucubraciones sobre el tema: ¿si el escorpión quisiera matar a la rana al llegar a la otra orilla del río?, ¿si la rana pensara en tirar el escorpión al río y comerlo una vez anegado?, ¿si ambos acabaran por ser comidos por un pájaro o un pez? Etcétera. Pero el verdadero significado de la historia está en su versión más simple.
El concepto se aplica a análisis históricos o eventos contemporáneos sobre el lado oscuro de la conducta humana.
Entre las muchas variantes hay una libanesa en la que la respuesta final del escorpión es: Querida, éste es el Oriente Medio. Se podría decir lo mismo en otras partes del mundo.
Hay infinitas maneras de colocar a alguien en el papel del escorpión (o la rana). El hecho es que en esta historia irritante hay una verdad inquietante: sucede de verdad que alguien se comporte de una manera incomprensible sin ninguna razón identificable, salvo que, por algun motivo, esa es su naturaleza.
¿Cuál es la moraleja de la historia? Creo que su significado más consistente es su falta de explicación. Actuar para dañarse a sí mismo y a otros sin ninguna razón comprensible. Una locura que se esconde en la naturaleza humana, de la que vemos muchos ejemplos. Algunos, afortunadamente, más cómicos que inquietantes; pero otros, lamentablemente, dolorosamente trágicos.