NOTICIAS DE ARGENTINA
HAMBRE
EN EL PAIS DEL TRIGO
Cinco
chicos muertos de hambre. En pocos días.
En la Argentina. En "el país
del trigo". La noticia golpeó con fuerza.
Y las fotos de los
chiquitos desnutridos en Tucumán provocaron lágrimas, bronca, indignación. Es
que las imágenes de los hermanos Facundo y Pablo Gómez, con esas caritas
desdibujadas por el hambre, les dieron un rostro a las frías estadísticas
que intentan reflejar la realidad del país.
Las cifras dicen que la
desnutrición infantil llega al 20 por ciento. Esto significa que uno de cada
cinco chicos está desnutrido, tiene problemas de crecimiento y trastornos
neurológicos.
Según
el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil —consultora de la Organización
Mundial de la Salud— la desnutrición en el 2001 afectaba a entre el 11 y el 17
por ciento de los chicos, cifra que este año de crisis económica aumentó al 20
por ciento.
De acuerdo con datos del INDEC de agosto, 7 de cada 10 chicos
nacen en un hogar pobre y 4 viven en la indigencia. Esto es, hay 2.108.237
chiquitos que no tienen cubiertas las necesidades más básicas.
Si bien la infancia es el
sector más vulnerable, la pobreza afecta a todos. Las cifras oficiales dicen que
el 26 por ciento de las personas son indigentes: casi 10 millones de
argentinos no acceden a una alimentación básica. Este dato es de un informe
de mayo del Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales
(Siempro) de Presidencia de la Nación. Y quiere decir que esos argentinos no
tienen cubiertas sus necesidades energéticas y proteicas. Esto afecta a chicos y
adolescentes que van a la escuela, a hombres y mujeres —que en algunos casos
trabajan— y a muchos abuelos que, además, están solos o enfermos.
Las
estadísticas del INDEC dicen que el 55 por ciento de los argentinos es pobre:
20 millones de personas. Son 2.816.000 hogares bajo la línea de pobreza.
Para medir este valor se tienen en cuenta las necesidades alimentarias y
servicios básicos (transporte, educación, salud, ropa). Ejemplo: para que una
pareja con tres hijos de 1, 3 y 5 años del Gran Buenos Aires no esté bajo la
línea de pobreza, su ingreso debe ser de $ 711. Al hablar de indigencia se tiene
en cuenta la canasta de alimentos capaz de satisfacer
un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas.
El ingreso debe ser de $ 320.
Hay 1.224.000 hogares bajo la línea de indigencia.
Estos números son la peor
consecuencia de otros números que también son catastróficos: los de la
desocupación, que es del 22 por ciento. En el conurbano bonaerense llega al 24,2
por ciento. Y hay zonas más críticas: Gran Catamarca (25,5), Gran Córdoba (25,3)
y Mar del Plata (24,6).
La falta de trabajo lleva al
hambre, al hacinamiento, a la posibilidad de contraer todo tipo de enfermedades.
A esto hay que sumarle, en muchos casos, la imposibilidad de acceder a centros
de salud que, combinado con la falta de información o educación, hace que muchos
padres no se den cuenta de que ellos mismos o sus hijos están desnutridos o
enfermos.
Según
el Ministerio de Salud, la mortalidad infantil es de 18,4 por mil nacidos vivos.
La tasa es el doble que la de los países del primer mundo, pero al mismo tiempo,
es más alta que las de Costa Rica, Cuba, Chile o Uruguay. Al ser un promedio
nacional, oculta las diferencias en las regiones.
Las tasas más altas
son del norte: en Chaco y Formosa superan el 30 por mil. Y en otras 8 provincias
del norte pasan el 20 por mil.
A raíz
de lo ocurrido en Tucumán se supo que allí, según el Sistema Provincial de Salud
provincial, los chicos desnutridos llegan a 11.000.
El panorama
de otras zonas del país no es tan diferente. En Gran Resistencia, Chaco, los
datos dan escalofríos: 100.000 de los 300.000 habitantes viven en asentamientos,
150.000 van a comedores comunitarios, 100.000 viven con menos de 1 peso diario y
el 90 por ciento debe recurrir al sistema de salud público.
En la
capital de Salta, donde viven 502.316 personas, el 66 por ciento está bajo la
línea de pobreza y el 37,1 bajo la línea de indigencia.
Cáritas, que tiene 50
comedores en la provincia, asiste a 12.000 per sonas, de las cuales 2.000 están
desnutridas.
Según el Ministerio de Salud provincial, el 55 por ciento de los menores de 6
años está controlado nutricionalmente, pero sólo el 22 por ciento es por
demanda espontánea. El resto se cubre a través de la búsqueda activa de
agentes sanitarios.
En
Misiones, el último censo reveló que más de la mitad de la población es pobre,
cifra que en Posadas se eleva al 70 por ciento.
Según datos de
Siempro, 315 mil personas son pobres y 176 indigentes.
El ministro de Salud, Telmo
Albretch, admitió que la desnutrición llega al 20 por ciento. "Lo que más nos
preocupa por su crecimiento son los nacimientos de chicos con bajo peso,
ya que la causa es la mala alimentación de las madres", dijo.
El 50 por ciento de
los niños que van al Hospital de Pediatría de Posadas está desnutrido.
Y el 10 por ciento, en
grado 3: no reciben buena alimentación desde hace más de un año.
Muchos son neonatos y
bebés de meses. Nacen desnutridos, porque las embarazadas tienen hambre.
Así, oficialmente son más de 15 los niños que murieron este año por mala
alimentación.
En Entre Ríos la pobreza
afecta al 66 por ciento y la indigencia, al 33. Este año hubo varios chicos
desmayados de hambre en clases en Paraná, Concordia y Gualeguaychú. Según la
Municipalidad de Concordia, el 15 por ciento de los niños que se atienden en los
14 centros de salud está desnutrido. Datos de Siempro de septiembre dicen que el
87,5 por ciento de los menores de 14 años son pobres.
En la provincia de Buenos
Aires, donde vive el 38 por ciento de la población del país (13,8 millones de
personas), hay 2.740.000 indigentes: el 12 por ciento de los hogares. Según el
INDEC, 6,8 millones de personas (49 por ciento) viven debajo de la línea de
pobreza. En Merlo, Moreno, La Matanza y San Miguel el 65 por ciento de los
hogares son pobres, y el 20 por ciento de las familias, indigentes.
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