El ALCA es un acuerdo entre Estados que puede establecer condiciones de
explotación y marginación social y de depredación ambiental desconocidas hasta
ahora, y hacerlo de manera irreversible. Por lo mismo, son muchas las
organizaciones civiles y sociales de toda América que han dedicado esfuerzos
importantes a informar a sectores sociales lo más amplios posibles y a promover
formas de reacción que finalmente impidan la imposición de tal acuerdo.
Muchas de estas organizaciones han formado varias redes latinoamericanas o que
abarcan al continente en su totalidad, y que coordinan esfuerzos
internacionalmente, por lo que hoy existe una campaña continental contra el ALCA.
En varios de los países se han impulsado también procesos plebiscitarios
populares, a fin de educar sobre el verdadero significado del ALCA.
LOS ASPECTOS GENERALES
El ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) es un acuerdo de libre comercio
que está siendo negociado entre todos los gobiernos del hemisferio americano,
con la excepción de Cuba. Su objetivo es imponer reglas comunes en todo el
continente que abran todas las actividades nacionales al control de los grandes
capitales. El proceso se hará mediante la restricción de diversos derechos y
patrimonios de todos los ciudadanos, pero especialmente de los sectores más
débiles: asalariados, campesinos, pueblos indígenas. En contraste, los capitales
e inversionistas transnacionales recibirán diversas formas de protección y
garantías hasta el momento desconocidas.
Si el ALCA entra en funcionamiento, podría representar la puesta en práctica de
alguno de los postulados más radicales del neoliberalismo:
Representaría un PBI de aproximadamente US$ 8,5 billones de dólares.
Una población de poco más de 800 millones de personas.
Sería el mercado libre cualitativamente mas profundo del mundo.
Aunque el acuerdo se denomine "de libre comercio", lo que se busca con el ALCA
es el control por parte del gran capital de todas las actividades y recursos de
los países de América. Las disposiciones no afectarán solamente el comercio,
sino la producción, los servicios, la propiedad de la tierra, el agua y los
recursos naturales.
Las actividades económicas, y especialmente las campesinas, se verán sometidas a
fuertes presiones y tensiones; las garantías ciudadanas y derechos humanos, los
derechos de las comunidades locales, los derechos de los pueblos indígenas, los
derechos laborales, el derecho al conocimiento y la cultura y formas básicas de
soberanía se verán aún más restringidas que en la actualidad. Veremos cómo se
privatizan los espacios y actividades que aún permanecen en la esfera de lo
público.
HISTORIA
El ALCA fue propuesto por el presidente norteamericano George Bush padre, en
1994, durante la primera Cumbre de las Américas. De las negociaciones participan
34 países.
Desde ese momento el acuerdo fue presentado como algo más que un tratado
económico: los países participantes asumen un conjunto de compromisos políticos,
tanto internos (como el fomento de la privatización), como externos (con un
mayor compromiso en los acuerdos de libre comercio).
Entre 1994 y 1998, las negociaciones se centraron en definir la estructura y
organización de la negociación de contenidos. La discusión de los contenidos se
inició en 1998 y debe terminar el 31 de Diciembre de 2004. Los parlamentos deben
aprobar o rechazar el acuerdo en su totalidad durante el 2005, de forma que el
acuerdo entre en vigencia el 31 de diciembre de ese año.
Hasta el momento, las negociaciones se han llevado a cabo de manera secreta.
Aunque los textos en negociación fueron publicados por primera vez durante el
2001 y se acaba de publicar una segunda versión, las posiciones de cada país son
mantenidas en secreto. Las declaraciones oficiales al respecto son normalmente
aseveraciones generales de lo que busca cada país, sin entrar en los detalles de
las posiciones. La desinformación alcanza incluso a los parlamentos
latinoamericanos.
Los únicos gobiernos que han mostrado alguna oposición explícita al acuerdo han
sido Brasil y Venezuela.
Brasil ve con preocupación que el ALCA quite toda relevancia al MERCOSUR,
mientras el presidente de Venezuela ha indicado que no firmará sin su aceptación
mediante plebiscito. Sin embargo, las negociaciones siguen adelante.
LAS NEGOCIACIONES
Las negociaciones se han llevado a cabo a través de tres Cumbres Presidenciales
o Cumbres de las Américas (Miami, 1994, Santiago, 1998 y Québec, 2001), siete
reuniones ministeriales (una cada año y medio desde 1995), y una larga serie de
reuniones de los grupos y comités de negociación.
Las Cumbres Presidenciales son la instancia que toma las decisiones finales; en
las reuniones ministeriales se revisan los acuerdos logrados por los grupos de
negociación y se entregan instrucciones para las siguientes rondas; los grupos
de negociación son los que llegan a acuerdos sobre los textos a ser presentados
a los Ministros y Presidentes para su aprobación final.
Se han identificado nueve áreas de negociación: acceso a mercados, agricultura,
servicios, compras gubernamentales, subsidios y antidumping, competencia,
propiedad intelectual, solución de controversias, inversiones.
Cada uno de estos grupos está a cargo de la redacción de lo que será un capítulo
del acuerdo.
Existen además cuatro comités que proponen textos o sugieren puntos de discusión
a los grupos de negociación: el Grupo de Trabajo sobre Economías más Pequeñas,
el Comité Conjunto de Expertos del Gobierno y del Sector Privado sobre Comercio
Electrónico, el Comité de Representantes Gubernamentales sobre la Participación
de la Sociedad Civil y el Comité Técnico de Asuntos Institucionales.
HERRAMIENTA POLÍTICA DE EEUU
No es casualidad que el ALCA haya sido impulsado inicialmente por el gobierno de
Estados Unidos. Su objetivo central es permitir la expansión ilimitada y
garantizada del capital transnacional en el continente, pero especialmente de
los capitales estadounidenses, que controlan cerca del 80% del producto regional.
Estados Unidos ha utilizado de manera permanente la disparidad de fuerzas
regionales para imponer sus posiciones. Ya desde la primera ronda de
negociaciones logró imponer que todos los países que negocian el ALCA actúen
como bloque frente a la OMC.
El ALCA es en la actualidad la negociación multilateral más importante del
continente americano, ya sea relacionada con el comercio o con cualquier otro
aspecto de las relaciones internacionales, e influya de manera importante sobre
las demás negociaciones multilaterales o bilaterales en el continente, no es el
único tratado de libre comercio que está siendo negociado. Hay más de una docena
de otras negociaciones de acuerdos bilaterales y multilaterales en que están
involucrados los países americanos, y un número aún más alto de acuerdos ya
firmados. De especial importancia son los acuerdos con la Unión Europea, y los
intentos ya mencionados de varios países latinoamericanos por llegar a acuerdos
especiales con Estados Unidos, estos últimos con contenidos aún peores que el
ALCA.
El problema que se enfrenta, por lo tanto, no es sólo el ALCA, sino el avance de
la privatización y del poderío del capital transnacional. Cualquier reacción
frente al ALCA exige no perder de vista las demás negociaciones. El ALCA, sin
embargo, es uno de los tratados en negociación más agresivos y ambiciosos.
LOS OBJETIVOS Y PROCESOS GENERALES
Desde un principio, los gobernantes de los países americanos reconocieron que el
ALCA es un acuerdo político que se expresa, entre otros, en crear un nuevo marco
para la actividad económica y la expansión de los grandes capitales. Este nuevo
marco tiene al menos los siguientes pilares:
a) Ampliación del control del mercado a todas las actividades nacionales,
incluso aquellas actividades, servicios y bienes que actualmente son públicos,
colectivos o de acceso gratuito.
Todos los servicios públicos se privatizan de manera directa (a través de la
venta) o indirecta (a través de las licitaciones).
b) Apertura de toda la economía y el conjunto de las actividades nacionales al
capital transnacional.
c) Se protege y entrega garantías al inversionista y a sus ganancias.
d) Se pone a los inversionistas internacionales y a los gobiernos en igualdad de
condiciones jurídicas y de soberanía.
e) Se eliminan o trastocan una serie de medidas destinadas a controlar las
posibilidades de abuso por parte de las grandes empresas.
f) La propiedad intelectual se expande de manera agresiva.
IMPACTO EN PUEBLOS INDÍGENAS Y CAMPESINOS
Por ser los sectores campesinos y los pueblos indígenas quienes de hecho han
resistido más efectivamente los avances del capital transnacional y la
globalización, ellos estarán también entre los más violentamente agredidos por
el ALCA. La agresión se llevará a cabo a través de tres grandes mecanismos
especialmente diseñados para el mundo rural, sobre los que se sobrepondrán el
conjunto de las medidas más generales del acuerdo. Tales mecanismos son:
- La desprotección absoluta y posterior agresión a la agricultura, especialmente
a la pequeña agricultura
- La privatización forzada de los recursos naturales y los grandes territorios,
incluidos agua y territorios indígenas
- La privatización de la biodiversidad en general, y la privatización y/o
destrucción de la biodiversidad cultivada en particular.
Veamos al detalle que implica cada uno de estos mecanismos.
La agricultura, junto con los servicios, son las únicas áreas económicas sobre
las que se está negociando un capítulo específico dentro del ALCA. Ello no es
casualidad. La agricultura y los servicios son los sectores económicos donde la
internacionalización impulsada por la OMC ha encontrado mayor resistencia o
inercia. El texto de ALCA, por lo tanto, refleja la intención especial por parte
de gobiernos y organismos empresariales por abrir efectivamente estas
actividades a las grandes empresas y capitales internacionales.
A través del capítulo sobre agricultura se busca dejar a los agricultores y a la
agricultura sin ningún tipo de apoyo público. La intención es que sobrevivan
sólo aquellos que tienen los medios privados para hacerlo bajo condiciones de
competencia abusiva por parte del gran capital transnacional.
Son seis los grandes procesos que serán impulsados a través de la aplicación de
este capítulo:
1. Se profundiza y amplía la aplicación de políticas neoliberales a la
agricultura.
2. Se eliminan las medidas económicas, de apoyo o de política interna que
permitan proteger los productos y los productores nacionales en los mercados
nacionales o internacionales.
3. Se eliminan o restringen drásticamente los apoyos a la capacidad productiva,
incluso la investigación, asistencia técnica o los procesos de capacitación.
4. Se abren totalmente las puertas a los productos agrícolas importados.
El ALCA establece una reducción inmediata y progresiva de aranceles y gravámenes
a los productos importados, hasta llegar a su total eliminación.
Se abren así las puertas a los productos agrícolas importados sin protección
para los nacionales. Un efecto esperable inmediato es la inundación de los
mercados latinoamericanos con los excedentes de grano (trigo, maíz, soya y raps
o canola) y de sus subproductos, así como de los excedentes de producción
ganadera y lechera, provenientes principalmente de Canadá, Estados Unidos y los
grandes productores argentinos.
5. Se restringe la autoridad de los gobiernos para regular o racionalizar las
importaciones y exportaciones.
6. Se restringen también las exigencias de sanidad y se simplifican de manera
significativa los controles fronterizos, buscando en algunos casos incluso su
eliminación.
La privatización forzada de los recursos naturales y los grandes territorios,
incluidos agua y territorios indígenas
Ningún articulado del ALCA dice expresamente que la tierra, el agua y los demás
recursos naturales deban ser privatizados.
Esto se entiende implícitamente en algunos párrafos del capítulo sobre servicios
y explícita, pero indirectamente en el capítulo sobre inversiones. Ello no
implica que los mecanismos de privatización de la naturaleza y de los
territorios campesinos e indígenas vayan a ser menos efectivos; probablemente
sólo significará que nuevos mecanismos de privatización podrán ser inventados
según se necesite por cualquier abogado corporativo con imaginación.
Un principio básico de todo el ALCA es que la privatización y el capital
internacional deben tener acceso a todo tipo de recursos y actividades.
Cualquier medida en contra de ello puede ser denunciada como una práctica
discriminatoria contra la inversión extranjera e incluso como una medida
expropiatoria a las empresas extranjeras.
EL CAPÍTULO SOBRE INVERSIONES, REDEFINIENDO EL MUNDO
A través de diversas cláusulas, el capítulo sobre inversiones hace una
redefinición fundamental de diversos conceptos jurídicos, de derecho, económicos
y políticos.
Este capítulo implica una redefinición de las relaciones jurídicas entre los
Estados y los dueños del capital, ya que les otorga la misma jerarquía jurídica
y el mismo grado de soberanía en caso de desacuerdos. O sea que cada vez que las
empresas internacionales estén en desacuerdo con los Estados por la aplicación
de alguna normativa o procedimiento legal, podrán llevar sus diferencias con los
Estados a arbitrajes privados y fuera del territorio nacional.
También se redefine el concepto de expropiación, ampliándolo a cualquier proceso,
acontecimiento, medida o acción que disminuya los bienes y/o ganancias de las
grandes empresas.
El capítulo generará al mismo tiempo una redefinición de lo que constituye un
trato justo y equitativo. EL ALCA dice otorgar un trato "justo y equitativo" al
capital internacional. En una parte del tratado, se le garantiza a los
inversionistas internacionales que serán tratados igual que cualquier otro
inversionista del país en que estén. Es decir, lo justo y equitativo es que se
garantizará a la inversión extranjera privilegios automáticos (y sin
posibilidades de los Estados para negarse) y por sobre las concesiones que se le
otorguen a los empresarios nacionales.
Se plantea además una redefinición de qué es inversión. Ya no será inversión
sólo el dinero y los bienes materiales que se instalen con fines comerciales en
un determinado lugar. Lo podrían ser también la propiedad intelectual, los
permisos otorgados por los gobiernos, el prestigio, el dominio de mercados
específicos. En su re-definición más radical, la inversión no necesita estar
asociada a un fin productivo o de servicios; basta con que esté asociada a la
obtención de ganancias. La especulación, por lo tanto, pasa a ser oficialmente
inversión.
La privatización de la biodiversidad en general, y la privatización y/o
destrucción de la biodiversidad cultivada en particular.
El control y la privatización del territorio implican necesariamente el control
y la privatización de la biodiversidad.
El interés por controlar ambos por parte de las transnacionales tiene diversas
razones.
Los ecosistemas ricos en biodiversidad, y la biodiversidad en sí son para el
capital transnacional recursos que les permitirían renovar y expandir sus
mercados de maneras mucho más agresivas y determinantes que las desplegadas
hasta aquí.
Pero la biodiversidad es vida y como tal se escapa fácilmente de cualquier
control. Aunque alguien reclame una planta, un animal o un microorganismo cono
su propiedad exclusiva, ellos se seguirán reproduciendo sin permiso y tarde o
temprano llegando a manos de alguien más que podrá seguir utilizándolos,
cambiándolos y multiplicándolos.
Este "peligro" es especialmente cierto cuando la planta, animal o incluso
microorganismo cae en manos indígenas o campesinas, porque son ellos quienes han
utilizado, cuidado y nutrido la biodiversidad del planeta durante milenios, y
encontrarán mil maneras de seguir haciéndolo en el futuro. Adicionalmente, las
empresas transnacionales se han dado cuenta que la biodiversidad es tan compleja
que no es posible utilizarla de manera eficiente sin contar con un conocimiento
igualmente complejo acerca de ella.
Es por eso que el ALCA propone un sistema de propiedad intelectual que supera
con creces las aberraciones ya conocidas a través de las disposiciones de la
Organización Mundial del Comercio.
De acuerdo a los documentos del ALCA las características que tendría la
propiedad intelectual de regir el acuerdo serían:
· Todo es patentable, ya sea como producto, ya sea como procedimiento.
· La patente permite controlar o prohibir la fabricación, multiplicación, uso,
venta, distribución, exportación e importación de un producto.
· Si la patente se refiere a una característica biológica (por ejemplo,
resistencia al frío), la propiedad se extiende a todos los organismos o
materiales biológicos que tengan esa característica.
· Quedan además como objeto de propiedad el conocimiento tradicional, las
expresiones culturales, el folclore, con el fin específico que puedan ser
comercializados y transferidos como propiedad a terceros.
· Toda información asociada a un organismo patentado, incluso aquélla que
hubiesen suministrado poblaciones locales, puede ser declarada confidencial y su
difusión es motivo de multas y penas.
LA OPOSICIÓN Y RESISTENCIA SON POSIBLES
Ante la desvergüenza y brutalidad del ALCA y de los gobiernos que lo están
negociando, es fácil sentirse abrumado, sobrepasado y quizás hasta derrotado.
Nadie estaría más feliz de que así fuese que los mismos sectores que impulsan y
tratan de imponer el ALCA. Sin embargo, hay un conjunto amplio de iniciativas y
formas de resistencia posibles o ya en marcha que nos permiten ser optimistas.
No hay que olvidar que hoy se oponen a él sectores sociales de todos los países
de América, incluso de Estados Unidos y Canadá. Justamente si los gobiernos han
hecho esfuerzos tan grandes por mantener las negociaciones secretas, ha sido
porque saben que los pueblos americanos repudiarían radicalmente el acuerdo si
estuvieran plenamente informados acerca de él.
Lo que es quizás la actitud más arrogante y anti-democrática de los gobiernos
del hemisferio -el secreto- es también su mayor muestra de debilidad.
Por tanto, nadie está solo en esta lucha; la tarea de todos es conectarse local,
nacional e internacionalmente con los muchos otros que resisten.
En ocasiones en que las organizaciones sociales se han movilizado de manera
decidida y clara, ha sido posible presenciar victorias importantes.
Condiciones similares a las que se buscan imponer a través del capítulo sobre
inversiones del ALCA formaron parte del llamado Acuerdo Multilateral de
Inversiones (AMI), acuerdo que fue en algún momento impulsado con fuerza por los
principales países industrializados. La oposición ciudadana en Europa y las
denuncias hechas por diversas organizaciones de la sociedad civil finalmente
obligaron a los gobiernos involucrados a abandonar sus intentos.
En América Latina, fueron las organizaciones principalmente campesinas e
indígenas las que impidieron la privatización del agua potable en Bolivia, y fue
un conjunto amplio de organizaciones populares movilizadas las que impidieron la
privatización de la salud en El Salvador. En estos tres ejemplos, las
movilizaciones fueron masivas y persistentes, y nada en el ALCA impide que las
movilizaciones contra él también lo sean.
Al mismo tiempo ya existe una oposición organizada a nivel todo el continente.
Un conjunto grande de organizaciones que se oponen al ALCA al nivel de cada país
ha logrado concertar sus actividades a través de varias redes regionales y de
una campaña continental contra el ALCA. Entre otras acciones, esta campaña
incluye el trabajo de información de las organizaciones sociales y la opinión
pública, el desarrollo de procesos de plebiscito popular sobre el ALCA (como
procesos que permitan educar sectores sociales amplios al respecto) y protestas
coordinadas en todo el continente. Su lema central es "No al ALCA, otra América
es Posible".