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Cuatro gráficos
Un pequeño suplemento a La estupidez del
poder
por Giancarlo Livraghi
abril 2002
Traducción de Matias Gerino
julio 2002
Además de el gráfico incluido en el texto de La estupidez del poder, con las coordenadas cartesianas (ver El poder de la estuipidez) se pueden elaborar otras hipótesis.
Supongamos, por ejemplo, que halla una situación de poder inteligente. Tendríamos una conducta como esta:
Recordamos que el primer cuadrante (arriba a la derecha)
es el área de la inteligencia, mientras que en el segundo (arriba a la izquierda) se coloca quien hace ventaja a los démas (eje Y) y no para sí (eje X).
O sea una progresión en la cual el poder ofrece siempre más ventajas a la colectividad reservándose siempre menos a si mismo, hasta el punto de aceptar algunas desventajas con tal de mejorar el bienestar general (como ya fue observado, en este caso quien ejerce el poder no puede ser clasificado como incauto).
La progresión hacia la parte más alta del eje Y propende a no ser muy rápida, pero con un crecimiento gradual. Situaciones de este tipo no son imposibles. Existen casi siempre en algunas partes del sistema. Pero dependen de agregaciones humanas particularmente armoniosas y bien motivadas que son difíciles de reproducir, y que riesgan frecuentemente de degenerar por mutaciones de las situaciones ambientales, o por cambiamentos de sus mismas estructuras interiores.
Por más raro que pueda parecer este tipo de evolución, la observación de la historia y de los hechos nos confirma que innovaciones y progresos reales de la sociedad son más probables en presencia de simbiosis y sinergías con una fuerte carga de humanidad y cohesión.
Ocurre entonces una situación como aquella representada en el próximo gráfico (en donde la área roja representa las personas en el poder, y la verde la comunidad restante).
Aquí vemos todos colocados en el área de la inteligencia,
donde las personas en el poder ganan más ventajas (+ en el eje X).
No introduje en este gráfico algun vector de dirección porque, en la mejor de las suposiciones, un sistema como este puede mantenerse más o menos estable (o, como vimos en el primer gráfico, progresar con lenta gradualidad). En una situación constante es probable que la personas en el poder tengan mejores ventajas respecto a el resto de la comunidad. Pero como favorece al bienestar colectivo este no es un problema almenos hasta que no ingresen dos factores (contrapuestos pero sinergicos) de estupidez: el servilismo y la envidia.
No quisiera complicar el cuadro, pero me parece adecuado observar que en algunas situaciones (como en los dichos circuitos de calidad) las dos áreas se acercan a la superposición entre ellas porque no existe un sistema jerárquico y muchas responsabilidades se condividen. Este es notoriamente uno de los sistemas más inteligentes que pueden existir y muy seguido se producen resultados extraordinarios.
Sistemas como estos son fuertes de manera intrínseca, pero expuestos a dos riesgos constantes. Uno es el desequilibrio interior que puede nacer da factores de estupidez o síndrome de poder. El otro deriva de cambiamentos imprevistos del ambiente exterior o de intervenciones ajenas que (intencionalmente o por error) revuelven su equilibrio delicado.
Luego de esta paréntesis sobre la inteligencia debemos volver al asunto, por lastima dominante, de la estupidez. Vemos en la historia que en situaciones de decadencia se observa, sobretodo entre los que estan al poder, una maacute;s grande proliferació de malvados, que tenden a volverse estúpidos y entre los que no estan al poder un peligroso crecimiento de los que, en este caso, se pueden de verdad definir incautos o desprovecídos. Una del las alarmantes consequencias es que así se refuerza continuamente el poder destructivo de la estuipidez.
En este caso la posición de las personas en el poder y de las otras se colocan como vemos en el próximo gráfico.
Aquí todos bajan hacia el tercer cuadrante,
el área de la estupidez.
Casi nunca es fácil entender, en situaciones como esta, si es la estupidez del poder que influye sobre la colectiva o viceversa. Sucede casi siempre que las dos contribuyan a un circulo vicioso y así que todo el sistema propenda a empeorar, como indicado en las flechas en el gráfico. Una inversión de tendencia a veces es posible, pero requiere una combinación de factores muy poco comunes: la convergencia de personas inteligentes capaces de asumir poder con un empuje colectivo para introducir un cambiamento fuerte.
En ausencia de dicha mutación interior, o de un empujón externo que cambie las reglas del juego, el sistema propende a degenerar hasta explotar o sea desintegrarse.
Si la situación caótica se concretiza antes que se hallan producido daños irreparables en el entero ecosistema se abren nuevamente todas las posibilidades. Un cuadro turbulento y vortiginoso ofrece mucho espacio al poder de la estupidez, pero no es imposible que provoque procesos inteligentes.
Me impuse una regla que deseo respetar. Me limito a unas anotaciones sobre el método, dejando a cada uno (yo incluido) la libertad de razonar como prefiere su cada especifica situación (desde la general de el planeta hasta cada tipo de grande o pequeña comunidad).
Puede ser interesante aplicar análises a situaciones concretas, grandes o pequeñas, donde se sabe el éxito, y así evaluar los efectos de estupidez o inteligencia al día de hoy.
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